El mejor modo de reducir la dependencia del petróleo es aumentar el tráfico de mercancías por tren por tres motivos:
- Nuestra red ferroviaria lo admite al estar infrautilizada;
- El coste energético por tonelada métrica es más bajo que por carretera;
- La inversión en el tendido férreo está ya amortizada, aunque exige mantenimiento.
España necesita alcanzar una recuperación estable que pasa por no perder de vista la evolución de la inflación y, especialmente, de los suministros energéticos. La subida del gas, la electricidad o los carburantes generan una inflación de costes que, dependiendo de la elasticidad de la demanda, puede provocar un alza descontrolada de precios, perjudicial para la consecución de un crecimiento estable.
El desafío de encontrar sustitutivos al transporte dependiente del petróleo
Se hace necesario, por tanto, encontrar en el corto plazo “sustitutivos cercanos” al transporte dependiente del petróleo, que aminore la traslación a precios de una eventual explosión del carburante. El transporte por carretera tiene una altísima dependencia de los hidrocarburos, mientras en la del tren es menor, al utilizar electricidad. Los altos costes fijos de la infraestructura ferroviaria justificaban sobradamente la intervención pública en este mercado, pues inicialmente presentaba costes marginales decrecientes, que aseguraban pérdidas.
Un sector no atrae a inversores privados cuando no logra una tasa de retorno en el corto plazo. Por ello tenía sentido que los ferrocarriles se explotaran en régimen de monopolio público, de forma que se garantizara la igualdad de oportunidades entre territorios. Sin embargo, hoy la vía férrea está infrautilizada. España cuenta con una red de 15.526 kilómetros que apenas se usa para mercancías.
Más del 75% está concebida para soportar simultáneamente el transporte de viajeros y bienes, pero la mayor parte del tiempo la ocupan los primeros. En 2020 se transportaron por carretera 1.468 millones de toneladas de bienes, frente a los 22 que trasladó el tren, lo que supone el 1,52%, la proporción más baja tras Irlanda.
Errores en la planificación del transporte ferroviario en España
Según datos de Eurostat en 2020, en Europa se transportaron por carretera 13.009 millones de Tm de mercancías, mientras que el transporte ferroviario alcanzó los 1.518 millones de Tm. En Europa el transporte de mercancías a través de la red ferroviaria supone de media el 11,6% frente al de carretera. En Letonia el empleo de la red ferroviaria en mercancías supone el 31,7%, en Lituania el 49,9%, en Estonia el 67,8%, en Austria el 26% y en Suiza el 20%.
En cuanto a eficiencia, si se comparan los kilómetros de vía ferroviaria España aprovecha su red el 30% menos de lo que lo hacen Alemania, Bulgaria y Rumanía y 100 veces menos de lo que lo hacen Estonia, Austria, Polonia, Eslovenia o Noruega, por citar algunos ejemplos. España se equivocó en 1988 cuando adoptó el ancho internacional para el AVE en lugar del ibérico, medida que no era necesaria, y erró cuando construyó las primeras infraestructuras para un transporte exclusivo de viajeros. Sin esos dos desatinos la red ferroviaria sería una alternativa, todavía mejor, al transporte por carretera.